Desde 2003 que inició esta campaña en la ciudad de Melbourne, Australia, el movimiento se ha hecho oficial en más de 21 países, sobre todo en Europa y naciones del Pacífico, su intención es dejarse crecer el mostacho y la barba como forma de concientizar sobre los problemas masculinos como el cáncer de próstata, de testículo, de mama, la depresión y el suicidio en varones, los cuales en mayoría no cuentan con la información necesaria ni la atención abierta para estos problemas.
Todo inició con un grupo de 30 amigos que se unieron para apoyar a un compañero con cáncer de próstata y cuya acción fue replicada en las redes haciendo saber que se necesitaban fondos de investigación y el crear redes de apoyo para personas que estuvieran ante este tipo de problemas que algunos dan por hecho o que se enfrentan a la severa censura de poder solicitar ayuda en este tipo de casos.
En el caso del cáncer, el de próstata es la segunda causa de muerte no violenta después de los 65 años, siendo el mejor método el tacto rectal a partir de los 40 años, cosa que ahí muchos se detienen al suponer que el ser tocado podría “acabar” con su masculinidad, lo cual no solo es común en hombres heterosexuales sino que se ha ido ampliando entre hombres homosexuales ante la repetición del modelo machista de Activo-masculino/pasivo-femenino, en poblaciones más jóvenes.
El de testículo aparece entre los 40 y los 65 años pero el desarrollo de ambos se puede presentar desde la juventud e ir avanzando hasta estar en etapas detectables por medio de análisis de sangre y orina, lo cual requiere un examen físico ante un espejo una vez al mes y ante cualquier dolor, endurecimiento, cambio de tamaño o aparición de algún crecimiento anormal es necesario acudir al médico.
Mencionábamos la mama, que en los hombres pese a no desarrollarse existen las glándulas mamarias y que pueden desarrollar un tumor igual que en las mujeres siendo uno de cada 100 casos el de un varón y que de entre estos 1 de cada 4 no vivirá otro año a menos que empiece el tratamiento oportuno.
La depresión masculina es más común de lo que se supone, pero en una cultura en que el hombre debe demostrar fortaleza ante las circunstancias sus síntomas se esconden tras una actitud de dureza e indiferencia, el enseñar a los hombres a hablar de sí mismos en sus emociones no los hace más débiles como algunos suponen, lo que les provee es de fuerza para enfrentar los problemas y no dejarlo en que son “etapas”, pues en uno de cada dos casos de depresión severa terminará en el suicidio, mientras el otro pasará por etapas de alcoholismo, drogadicción, separación de la pareja y divorcio ante la imposibilidad de entender la naturaleza de sus problemas y la falta de comprensión del medio que le rodea.
Aunque no todo debe terminar mal, ni creerse que son cosas de mayores, los problemas de los hombres pueden atenderse a tiempo, lo cual ayuda conocer mejor su cuerpo y tener una mayor empatía con los problemas de otros.
Noviembre, mes del hombre.